La falta de control sobre las entradas y salidas de dinero puede dificultar la identificación de problemas y oportunidades de mejora, afectando el rendimiento operativo y financiero.
El flujo de caja, también conocido como cash flow, muestra la diferencia entre el dinero que ingresa y el que sale de una empresa en un período determinado. Se calcula restando las salidas de efectivo de las entradas, y es una herramienta esencial para entender cómo se están gestionando los recursos financieros. Indicadores como los índices de liquidez y el retorno sobre la inversión permiten analizar más a fondo el desempeño financiero.
Al utilizar el flujo de caja como métrica, las empresas pueden evaluar su capacidad para generar ingresos en relación con las inversiones realizadas. Esta herramienta proporciona información sobre el uso eficiente de los recursos y ayuda a identificar ajustes necesarios para mejorar la gestión financiera.
Conclusión: Incorporar el análisis del flujo de caja en la estrategia empresarial asegura un control más eficiente de los recursos, optimizando su aprovechamiento y fortaleciendo la capacidad de la empresa para alcanzar sus objetivos financieros.

Asesor & Auditor Contable & Financeiro
Especialista en Inversiones Startups & Proyectos Advance